La fanaticada vs. el entrenador vs. los jugadores vs. la fanaticada
Este domingo 8 de noviembre, el Milan jugó contra el Hellas Verona en un partido de la Serie A. El Milan venía de perder 3-0 contra el Lille de Francia en su respectivo grupo de la Europa League. El Milan perdió en casa por T R E S goles en contra y cero a favor. Humillante no lo resume apropiadamente. Una vergüenza. Los franceses nos dieron una verdadera paliza y pudieron haber sido más si los franceses querían. Humillante, vergonzoso y demás. Qué horror.
A los hinchas, a la fanaticada, a los fans, a la porra, a los arduos seguidores, les gusta señalar culpables. Bueno, los culpables del juego contra el Lille fueron todo el equipo y el entrenador. Los jugadores están cansados, están jugando cada 3–4 días. No importa que sean atletas de alto rendimiento, también necesitan descansar. Y, aparte, Pioli sigue poniendo a Samu Castillejo (7) en el 11 inicial cuando sabe que Castillejo no está en su máximo nivel y lo único que hace en la cancha es cometer errores. Lo mismo aplica para ese muchacho Krunić.
Aquí es donde la fanaticada entra en la discusión. El entrenador tiene sus opiniones y establece su estrategia basada en ellas pero no importa qué tan buena le resulte, la fanaticada siempre va a decir que es mala por uno u otro jugador. Personalmente, el 11 inicial del partido contra el Verona me pareció decente y equilibrado, hasta que el Verona anotó 2 goles en los primeros 20 minutos del partido. Ahí fue cuando empecé a tener mis propias opiniones que se enfrentaban a las del entrenador. A mi parecer, y creo que de muchos fanáticos, si un jugador comete un error, el siguiente paso es castigarlo con menos minutos de juego y sacarlo del partido por uno de los suplentes. Bueno, si los jugadores que cometen errores son los que hemos de degollar, entonces los culpables en el juego contra Verona fueron Theo Hernández, Davide Calabria y Zlatan Ibrahimović. Pero analicemos por qué. Theo y Calabria estaban haciendo sus labores defensivas, el primer gol del Verona no se pudo evitar, estaba ahí y tanto defensa como Donnarumma lo permitieron. Theo exonerado. Y ahora vamos con Calabria, que seguramente se va a volver el villano de este cuento. Calabria le estaba dando la espalda a Donnarumma, no había manera en la que él supiera a dónde Donnarumma iba a buscar la pelota. No lo estoy excusando, estoy describiendo la escena. Estas cosas pasan. ¿Error de Calabria? Tal vez. ¿Suerte del Verona? Definitivamente.
Y el tercer villano: Ibrahimović. Tanto que los hinchas lo han declarado el héroe y salvador del equipo pero lleva dos penales fallados por querer hacerse la estrella. Entiendo lo que intenta hacer: ser menos predecible. Pero está arriesgando un tanto y, por lo tanto 3 puntos, al hacerlo. Lo respeto y acepto que desde su llegada el club está más atento, más prendido, más a la ofensiva, pero parece que nos estamos olvidando de la defensiva.
Los dos goles del Verona este juego fueron a balón parado. Ésa sigue siendo la posición en la que nos agarran peor parados. Balón parado = estamos indefensos. No podemos dejarle todo el trabajo a Romagnoli o Gabbia o Kjaer o Donnarumma. Hay que corregir eso, practicarlo en los entrenamientos. Pero, si nuestro equipo no propone jugadas de peligro a balón parado, ¿cómo podemos defender?
Ahí es en donde entra el entrenador y los jugadores y la fanaticada no tiene por qué saber qué es lo que pasa en los entrenamientos. Somos débiles en la defensa, especialmente a balón parado, nos guste o no. Pero, no se diga en la ofensiva, porque ahí sí brillamos. Nuestro juego parece definirse a partir de nuestra ofensiva empezando por Kessié y Bennacer. No voy a negar que son genios del medio campo, pero el Milan confía en que todas sus oportunidades de gol recaerán en el medio campo.
Medio tiempo. 1–2.
¿El ejemplo más claro? Este juego contra el Verona. Todas las jugadas surgieron a partir de mediocampistas.
5 oportunidades de gol claras. La primera: Kessié. A mi parecer, Kessié es el mejor jugador del Milan — defiende, recupera balones, crea oportunidades, abre espacios y remata. Eso, para mí, es más que suficiente. Así lo demostró este partido. Un “remate” que rebotó en la defensa del Verona para hacer el 1–2. Personalmente, me satisface bastante.
A partir de aquí el Milan se vuelve Amo y Maestro de la segunda mitad y no hay manera de discutirlo. No regalan balones y conservan todo en su posición. El Verona tiene una, casi dos oportunidades. El resto le pertenece al Milan y así nace la siguiente.
La segunda: Çalhanoǧlu. ¿Fuera de lugar? Yo no lo vi pero el VAR intervino. Muchos andan diciendo que el VAR está matando al futbol pero creo que tal vez el VAR está haciendo el futbol más justo, por mucho que nos duela a los hinchas. Los jugadores son tramposos y buscan CUALQUIER manera de encajar el gol. No los culpo, es lo que los hinchas y seguidores les pedimos: marcar un gol sin importar cómo se dé. Sólo pon más tantos en el marcador que el rival. Tal vez el VAR sea buena idea y sea una buena adición al juego y tal vez no esté matando al futbol.
La tercera: Kessié en el área, un defensa del Verona ((cuyo nombre no recuerdo y no voy a guglear)) lo patea en la parte trasera de la pierna, impidiendo la jugada. Falta con revisión de VAR. Penal concebido; más bien, penal legal. Ibrahimović pone el balón en el manchón. Lo cobra. Lo falla. Ni siquiera fue un esfuerzo del portero. No, Ibrahimović puso esa pelota suficientemente alta para que el portero no la alcanzara pero también para que no entrara en las tres barras. Tercer villano del encuentro.
La cuarta: centro de Rebić para Ibahimović. No alcanza a dirigir el balón bien. Le cae el balón a Calabria. Dispara y anota. Todos los hinchas celebramos en una misma voz. ((Estoy segura que todos mis vecinos escucharon cuando celebré el gol)). Fueron minutos gloriosos en los que Calabria se redimió y se puso en terreno neutral en este partido, ya no más un villano, sino un simple jugador que puede cometer errores y puede meter goles. Pero después vino el VAR: el balón había rebotado en el hombro/brazo de Ibrahimović y, por lo tanto, no fue concedido. ¿Qué había dicho del VAR? ¿Que era buena idea y buena adición al juego? Me retracto ((no realmente, todo lo siguiente es sarcasmo)). El VAR es una porquería que está destruyendo al futbol y ya nunca nos dejará disfrutar de un partido con verdadera emoción.
((Volviendo a la seriedad/objetividad del partido)). La quinta: jugada cerca del área. Centro a Ibrahimović, el portero del Verona la rechaza. Brahim Díaz (¡qué muchacho!) la recupera y la vuelve a centrar. Ibrahimović aparece como la verdadera jirafa que es y AL FIN marca el 2–2 de un cabezazo.
Todo esto ocurrió en el tiempo agregado, no hay manera de ganar el partido. Ni un milagro puede salvarnos. Así que el Milan decide empatarlo para no perder su racha de 0 partidos perdidos desde hace 19 o 20 partidos ((la verdad no puedo distinguir entre los amistosos y los oficiales, pero siguen invictos por una racha bastante larga)).
Pero, ¿qué sucede cuando nuestras jugadas no se pueden originar en el medio campo? ¿Por qué seguimos siendo débiles en los balones parados, en los tiros de esquina y en los tiros libres? No lo sé. No soy director técnico y no veo a los jugadores en su peor y mejor etapa, no podría decir cuál realmente es el problema, pero si la fanaticada está notando errores en algunas posiciones con algunos jugadores, ¿no debería el directivo tomarlas en cuenta?
Siento que el futbol sigue existiendo fuera de la esfera de la porra. El futbol se reduce a lo que el DT ve y los jugadores sienten. Que, por una parte, está bien, porque ellos son los profesionales y saben qué hacen pero ¿no podrían considerar las opiniones de los que lo estamos viendo desde afuera?
Al final del día, los hinchas no somos entrenadores profesionales. No sabemos cómo lidiar con jugadores de alto rendimiento. Lo único que hacemos es ver los partidos y criticar al directivo y los jugadores. Pero, ¿será suficiente? ¿O será tiempo de que el directivo tome a consideración el voto democrático de la porra más fiel?
Quién sabe.
Por lo que resta de la Serie A ((que es bastante)) y la Europa League ((que apenas está en su primera fase)), yo sigo creyendo en el criterio de Stefano Pioli a pesar de que lo critique y cuestione.